23 febrero 2010

"Hasta luego"


>...Y tras las horas en que nos habíamos devorado sin un resquicio de compasión, llegaba la hora de la despedida, tu sabías tal como yo, que llegada la mañana, yo seguiría mi vida y tú la tuya... ¿hasta donde podríamos llegar así?...

...Y aún mientras dormías, respirabas como si mi aire te alimentara, aspirando mi olor, mezclado entre perfume, sexo y sudor... yo desperté con tu brazo rodeándome las caderas... y el tiempo me pedía cautela, el silencio me imploraba dejarte... te observé, tus gestos, tus párpados cerrados como los de un niño exhausto de jugar, tus labios aún palpitantes, acusadores, tersos, dulces, carnosos, humedecidos de mi... regalándome la satisfacción de saberlos míos, de saber de la pasión que encierran...

...Y sin querer, llegaba la hora, el doloroso "te quiero"... me desprendí de las sabanas que cubrían mi desnudez, de tu brazo sobre mi pubis calmado pero atento, terso pero radiante... Sabía que hecharias en falta mi piel, mi cuerpo, mi olor...


...Y me senté al borde de la cama, de espaldas a ti, mis cabellos revueltos sobre mis senos, senos aún cimbreando de tus caricias, de tu boca, de tu lengua, pezones ensimismados por un clímax intangible pero alocado, convulsionados al igual que mi vientre al notar tus dedos cálidos recorrer mi espina dorsal, sentirte besar mis nalgas como el que besa a un recién nacido. Tu ternura siempre ha sido mi debilidad...

...Y gire mi cara buscándote, despacio, mirándote dulcemente, sabiendo que tus ojos me pedían "no me dejes", "quédate conmigo"... con una mirada dulce, pero envuelta de frialdad, conteste: "se hace tarde hemos de volver"...

...Y fue como si el aire se resquebrajara, tus ojos perdieron toda su niñez, su ternura, se tornaron desalentados, desconsolados, perdidos, sentí un latigazo en los sentidos, sentí como un vacío de mi misma, sentí como abandonaba un pecado en alta mar, como se apagaba el Sol que me daba vida, como marchitaba los besos que me hacían vivir...

...Y al levantarme, sentí como mirabas mi mundo de mujer, como si fuera la primera vez, siempre lo haces igual, dejándome herida para volver a buscarte, dejándome trastro de ti hasta que vuelva a ocurrir...

...Y envuelto en la sabana observabas como pacientemente recogía mis pantys, levantaba la rodilla y la desenrollaba sobre mi piel, solo rozando la película de seda sobre mi blanca piel, antes envenenada por tu cuerpo, deslizándola por la trayectoria que había marcado tu boca horas antes...

...Y mis senos, recogidos en dos copas de fina seda blanca, sujetas en el valle que los separa, en el paraje donde fantasías volcabas al ritmo de mi palpitar, al ritmo del ansia, al vaivén del descontrolado éxtasis del orgasmo palpitante, te hacían derramar lujuria y posesión del deseo, la pasión, el amor...

...Y yo mirándote con sonrisa malvada, te pregunte": ¿te gusto?¿te gusta mi cuerpo?", no necesitaba su respuesta sabia que sí...

...Y tú, seguías cada movimiento, cada gesto... Tome la blusa, vestí mis brazos y empece a abrocharla, tome la tanga, metí los dedos por la goma de detras y la separe, mirándote. Me mirabas con deseo, excitación, como un tigre sobre su presa... aparte los dedos y el elástico chasqueo sobre mi piel...

...Y seguias perfilar mis labios, denotarlos de carmin, tan rojo como la sangre que bombean nuestros corazones al amarnos, tan lascivos como los sexos en ebullicion,... es magnifico seguir tus ojos, tu mirada... abroche me falda... senti tu tristeza, tu soledad me envolvio...

...Y mis tacones elevaron mi figura, me observe al espejo, amolde la ropa a mis curvas...saque del bolso mi perfume, mis pendientes, mi alianza...

...Y me dijiste: Mar, no quiero que te vayas, "te quiero"...

...Y deje en la habitacion un rastro de azahar y un desapercibido... "Hasta luego"...

 Mar Sánchez©

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