
“La guarida”
Se puede decir que esa noche no fue una de las más normales... había un plenilunio un tanto exuberante, incluso se podría denotar de erótico, una noche gris oscura con mucha nubosidad, húmeda, pero nada fría, aunque la humedad se trascalaba por los finos pantys que llevaba.
Decidí abandonar el grupo, estábamos en "El Klaustro", un Pub muy visitado en los últimos meses... pero andaba como en el limbo, a pesar de que había bebido poco, pero su solo pensamiento pululaba en mi cabeza, y estaba un poco desconcentrada... rehusaba las conversaciones elementales y pasaba de enfadarme con los típicos de las 4 de la mañana, así que decidí irme y dije a los amigos que cogería un taxi... pero esa noche no me apetecía ir a casa, así que pensé pasear por la ciudad.