17 enero 2010

La guarida


“La guarida”

Se puede decir que esa noche no fue una de las más normales... había un plenilunio un tanto exuberante, incluso se podría denotar de erótico, una noche gris oscura con mucha nubosidad, húmeda, pero nada fría, aunque la humedad se trascalaba por los finos pantys que llevaba.

Decidí abandonar el grupo, estábamos en "El Klaustro", un Pub muy visitado en los últimos meses... pero andaba como en el limbo, a pesar de que había bebido poco, pero su solo pensamiento pululaba en mi cabeza, y estaba un poco desconcentrada... rehusaba las conversaciones elementales y pasaba de enfadarme con los típicos de las 4 de la mañana, así que decidí irme y dije a los amigos que cogería un taxi... pero esa noche no me apetecía ir a casa, así que pensé pasear por la ciudad.

Ya no sobrevivo... ahora trato de vivir...


Creo que en mi contra juega el hecho de que el amor va en una función exponencial creciente... y no lo puedo evitar, o quizás no es que no pueda, es que en realidad no quiero cambiar... man´k´me pese sigo siendo yo, cabezota al cien por cien... Aunque hay quien piensa que es un defecto (si, me refiero a tí), yo no lo veo asi; creo que al ser tan "tozuda" es lo que consigue hacerme seguir adelante, luchar y vivir, que no es poco. Aunque parezca extraño he cambiado de verbo, sí, he cambiado el sobrevivir por vivir. Creo que es más sincero llamarlo así. Cada cosa por su nombre.

Antes me daba miedo el hecho de sufrir, ahora tengo miedo de no hacerlo... el hecho de no sufrir significa no sentir... y eso llevaria al hecho de no amar... Y prefiero sufrir, quiero que me duela, quiero saber que puedo amar, querer (sí, a tí)... Ademas se que por mucho que me duelas... estaras ahí para curarme las heridas, para mimar mi sueño, besar mis anhelos y hacerme sufrir más por amarte cada dia más...

 Mar Sánchez©